La leyenda del dorado
Cuenta la leyenda que hace 500 años, en la laguna Guatavita de Colombia, se realizaban ceremonias en las que se ofrendaban oro y esmeraldas arrojándolos al agua. Los conquistadores de la época organizaron expediciones para encontrar el tesoro, pero afortunadamente, fueron en vano.
¿Qué misterios ocultará la laguna de Guatavita, Colombia?
El origen de esta leyenda se remonta al año 1534, cuando un indio que habitaba el territorio que hoy es Colombia, les contó a los españoles sobre las ceremonias en la laguna Guatavita. Las mismas se realizaban para celebrar el ascenso de un nuevo cacique. El ritual consistía en cubrir el cuerpo del nuevo jefe indio con polvos de oro que pegaban a su piel. Luego se embarcaba en una balsa con cuatro indios y navegaba la laguna. Al llegar a un punto donde se cruzaban dos cuerdas de orilla a orilla, el cacique se arrojaba al agua. Los demás indios ofrendaban valiosas piezas de oro y esmeraldas que también eran arrojadas a la laguna. El indio dorado dio origen al nombre de El Dorado, que se convirtió en un lugar mítico. Esta leyenda se divulgó ente los conquistadores y generó la exploración de esta parte del continente americano en varias oportunidades. Tal es así, que en el año 1538, coincidieron tres expediciones diferentes que buscaban el mismo tesoro. Estaban al mando de Belalcázar, Federmann y Jiménez de Quesada. Pese a la cantidad de exploradores que recorrieron el lugar, nunca se encontró más que algo de oro. En la actualidad, esta famosa y misteriosa laguna es visitada por miles de viajantes. Está ubicada en el municipio que lleva el mismo nombre y queda a 75 km de Bogotá.
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