jueves, 9 de julio de 2015

RESPETO Y AGRADECIMIENTO VALORES ESENCIALES DEL MAPUCHE Y DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

El mapuche ha basado su existencia en medio de la creación de Dios y su adaptación a ella como parte integrante, y por ello que es inevitable y necesario que todo su quehacer doméstico y social lo realice comprometido con su creencia religiosa.
El concepto mapuche de religión es el "taiñ feyentún", conjunto de creencias, aunque éstas sólo tienen sentido cuando pueden ser vivenciados mediante ritos ceremononiales. Estan fijadas en el Admapu, acervo de leyes y tradiciones rituales religiosas heredadas de los antepasados.
No adoran a una imagen o persona ya que tienen una concepción muy espiritual. El altar o rewe no es una imagen a adorar, sino que es una escala cósmica que permite a la machi en trance, gracias a la fuerza de toda su comunidad, dejar su cuerpo en tierra (nagmapu) y traspasar con su espíritu la dimensión espacio-tiempo (wenu mapu) para encontrarse con los espíritus de los ancestros a quienes pide consejos para enfrentar determinada situación que preocupa a la comunidad.
Si bien concebían al mundo poblado de espíritus y dioses, todo se resumía bajo la existencia de un ser todopoderoso, creador de todas las especies vivas: Ngnechen, quien habitaba en las alturas celestiales y tenía la facultad de conceder la vida y la muerte. Al hombre mapuche lo ha dotado de alma (am) y espíritu (pillú). Cada elemento o ser de la naturaleza posee un dueño o protector (ngen).
El Wenu mapu ("tierra de arriba") es el cielo en la mitología mapuche, en él viven los dioses realizando las mismas acciones que en el mapu (tierra) realizan los hombres.
El Minchemapu ("tierra de abajo") representa lo contrario: el mal, las profundidades. Es un mundo de espíritus malignos o wekufes. El poder de ellos produce las enfermedades y la muerte.
Ngnechen no se le considera omnisciente u omnipotente, se le denomina "dios de los mapuches""gobernador de los mapuches", a menudo y durante la recitación ceremonial, prefijos tales como "chau" (padre) o kume (bueno) se emplean cuando se lo invoca. Además de Ngnechen, se destaca la representación solar: Chau o Antu, que en su versión femenina (luna) es Kushe o Kuyén.
Los dioses mapuches tienen esposas e hijos. En muchos casos la lógica mapuche parece atribuir cualidades patriarcales a los dioses, quizás simplemente sea para llenar los vacíos en su universo.
Su religión es cósmica, animista y chamánica:
  • Cósmica: Se refiere a la búsqueda de un fundamento, al poder divino que sustenta.
  • Animista: Percibe a la naturaleza animada por poderes ocultos en los diversos elementos, poderes favorables o no que se subordinan a un poder supremo.
  • Chamánica: Para controlar los poderes en la naturaleza existen los machis, cuya función principal es la restauración del equilibrio.
La palabra mapu (tierra) es esencial en el contexto cultural mapuche. Pareciera ser que en su imaginario religioso no se puede separar mapu de Wenu mapu, lo que garantiza la reciprocidad entre un orden natural y un orden sobrenatural. Es decir, desde un cierto orden terrenal se puede acceder a lo sagrado.
Otro aspecto importante en el sistema de creencias mapuche está relacionado con los ritos de iniciación. El niño al nacer no tiene una identidad, esta la adquiere en el momento de su bautizo, cuando recibe un nombre. La identidad de una persona se liga con su pertenencia a un solo grupo de parentesco, a una misma sangre y a elementos de propiedad comunitaria.
Los nombres eran heredados de la generación precedente alterna, de abuelo a nieto. En una ceremonia denominada lakutún o katankawín en el caso de las mujeres, se les perforaba las orejas y no sólo recibían el nombre, sino también los atributos espirituales del donante. Así, los antepasados quedaban encarnados en la personalidad de sus descendientes.
Los mapuches tenían una actuación religiosa permanente, por ello otorgan importancia al respeto y al agradecimiento. No existe un mapuche verdadero que no sea respetuoso, que exija respeto y que no sea agradecido. El mapuche da lo que puede y no espera agradecimiento.
La salud está relacionada con la religión; los deportes son competencias físicas con componentes religiosos (palín, donde las mujeres hacen fuerza mental mientras los hombres hacen la fuerza física); la guerra donde antes de la batalla las machi elevaban plegarias y pedían consejos a los antepasados guerreros; los funerales son ceremonias de gran religiosidad. En resumen, todo, absolutamente todo en la vida del mapuche es una continua oración y relación con el creador y los espíritus que acompañan a su creación.
Por la semejanza de un espíritu superior y la falta de imágenes, fue fácil a los misioneros católicos y protestantes evangelizar al pueblo mapuche que aceptó una religión que parecía contener principios similares.
Nguillatun
NguillatunEn las comunidades agrícolas el Nguillatun se realiza en época de cosechas durante la Luna llena, cuando los dioses dan fertilidad a los campos. La ceremonia dura cuatro días. Para su realización se elige un campo llano en el que se traza un espacio ritual en forma de "U"abierta hacia el Este (punto cardinal sagrado).
Las diferencias y fragmentaciones presentes en la sociedad mapuche, son superadas a partir del rito. Es el rito el que convoca y une al mapuche. Con los ritos se recrea y revive el admapu.
Los nguillatunes congregan a personas pertenecientes a varias comunidades, de distintos lugares, a veces muy distantes, en torno a una rogativa dirigida a las divinidades y a los antepasados con el fin de obtener sus favores y protección, y también para agradecer los bienes recibidos.
Se trata de un rito de organización compleja y jerarquizada. Hay una dimensión central en el rito, la violencia, que se ejerce sobre una víctima sacrificial, usualmente un cordero, en reemplazo de la verdadera víctima, el hombre o la mujer.
Al interior de la sociedad mapuche existe una permanente tensión entre el orden cósmico y las fuerzas del mal. En su simbolismo el mundo aparece constantemente amenazado por la acción de los agentes del mal o wekufe. Esta acción permanente del mal da cuenta de una gran precariedad, que requiere de lo sagrado, pues sólo allí se encuentra el fundamento de lo real.
El rito, entonces, también es interpretado como la lucha contra las fuerzas del mal o wekufe, que son las almas (am) de los difuntos que han sido atrapadas por los brujos (calcu) en su trayecto hacia "la tierra de arriba".
Esto ocurre cuando los parientes del difunto se descuidan y son negligentes respecto al cumplimiento de los ritos funerarios, cuya función es transformar al muerto en un verdadero antepasado. El Nguillatun es entonces un ritual que pone en contacto recíproco al mundo profano con el mundo sagrado, con el fin de mantener el equilibrio en el universo.
Admapu: La costumbre de la tierra
Es el conjunto de antiguas tradiciones, leyes, derechos y normas que rigen el comportamiento y determina la identidad del pueblo mapuche, es un don entregado porNgenechen a los mapuches. Regula las siguientes acciones:
  • La interacción respetuosa con la naturaleza.
  • La relación con los espíritus de los antepasados.
  • Los derechos sobre la tierra y los recursos.
El conocimiento del admapu era enseñado a partir de los 12 años en las mujeres y 14 años los varones.
La trasgresión del admapu puede tener una serie de consecuencias; ya que si no se cumple se produce un desequilibrio:
  • Si la trasgresión del sujeto tiene que ver con romper normas del orden sagrado, estas se manifiestan por medio de la enfermedad que sufre el sujeto o su lof (grupo familiar) que es solidario en la responsabilidad establecida a partir de la trasgresión.
  • Si la trasgresión tiene que ver con un daño a un miembro de su mismo lof, este se resuelve por medio de una compensación siempre mayor al daño realizado.
  • Si la trasgresión se realiza a alguien fuera de su comunidad o lof esta compensación debe acordarse entre los lonco (cacique) de los lof respectivos.

Fuentes:
Religion e identidad en el pueblo Mapuche. María Elena Riveros E.

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